Perder el miedo al miedo

Os presento la edición audiolibro de “Perder el miedo al miedo”, uno de los textos más personales que he escrito.

A muchas personas nos ayuda analizar los fenómenos inquietantes: nos sirve para limitar sus efectos negativos. La alarma colectiva y el aislamiento social al que nos hemos tenido que someter por el coronavirus nos ha llevado a escondernos físicamente. Pero nuestra mente sigue siendo audaz y nos puede salvar. En este libro os propongo viajar psicológicamente hacia nuestros temores para evitar la parálisis que podrían producirnos.

En el libro parto de la hipótesis de que nuestras inquietudes provienen de cuatro fuentes: el pavor que nos produce la soledad, el temor a la muerte, el pánico a no encontrar sentido a lo que nos está ocurriendo y la angustia de saber que elegimos nuestra vida y, por lo tanto, somos los únicos responsables de ella. La crisis sanitaria producida por el COVID-19 reúne esos cuatro motivos de turbación. Nos condena momentáneamente a una soledad forzada, nos enfrenta a la muerte, carece de sentido porque ha surgido de forma arbitraria y nos confronta con la responsabilidad que tenemos en la protección de nuestra salud.

Cuando escribí “Perder el miedo al miedo” proponía un método inusual para afrontar estas aprensiones: aceptar que forman parte de nuestros sistemas de protección psicológicos y hacernos amigos de nuestros temores en vez de ignorarlos y negar sus efectos. Me considero una persona profundamente miedosa, hipocondríaca e insegura. Y tengo la certeza de que eso me ha llevado a ser quien soy: el miedo me ha hecho sortear muchos peligros vitales.

Por eso defiendo que para salir de dificultades como las actuales es necesario tener miedo. Si lo canalizamos correctamente, eso nos permitirá diseñar una arquitectura vital más estable para el futuro. Soy consciente de que la cobardía no es una estrategia útil para ligar o ganar prestigio social, pero sé que funciona como aptitud para construir una vida equilibrada y hedonista.

Por eso os propongo iniciar juntos este viaje con “Perder el miedo al miedo”. No espero que escucharlo en esta época difícil os ayude a liberaros del miedo, pero sí que os dé ideas para armonizarlo con las demás emociones que componen vuestra paleta de sentimientos. Quiero que la edición de este audiolibro sea un primer paso. Y que al final del camino encontremos entre todos una forma nutritiva de afrontar nuestros miedos, que convierta el excremento de nuestros terrores en abono para una vida futura más armónica.